Periodistas de renombre en México, de talla
internacional, conductores populares e intelectuales de probada capacidad han
platicado con Xóchitl Gálvez, pero tuvo que venir este chico de 15 años de edad
para arrancarle ciertas declaraciones sobre asuntos que mantenía en lo
estrictamente privado, y publicarlas en su blog bajo el título de “Entrevista a
mi mamá”.
A continuación, se reproduce una síntesis de esta
charla. El texto íntegro se encuentra en http://segunjuanpa.blogspot.com/.
Lo invitamos a visitarlo y dejar ahí sus comentarios.
Juan
Pablo: ¿Mamá, por qué le vamos al Cruz Azul si nunca gana?
Xóchitl Gálvez: Mira yo le voy al Cruz Azul porque
cuando era niña y vivía en el pueblo, me tocó ir a la final cuando el equipo
ascendió a la primera división en Jasso, y vi que mi papá y todo el pueblo
estaba muy contento. A partir de ese día decidí ser "azul". La mera
verdad, en el último campeonato que ganó Cruz azul, tú tenías tres meses de
nacido, pero yo te empecé a llevar al estadio a ver al Cruz azul porque tu papá
quería que le fueras a las Chivas y por supuesto que no lo iba a permitir. Cada
que llegaba con una camiseta chiva yo me enojaba, y se volvió algo personal, al
final gané y tu corazón es azul aunque le duela a tu papa (risas).
JP:
¿Por qué te gusta tanto el futbol?
XG: En mi pueblo no había muchas diversiones, de las
pocas que teníamos era ir a ver los partidos de futbol los domingos. Con mucha
ansiedad esperábamos tus tíos y yo las ferias de los pueblos cercanos porque
organizaban torneos de futbol. Tepa (mi pueblo) siempre entraba a los torneos y
casi, casi se jugaba el honor del pueblo en esos juegos. Ahí le empecé a
agarrar el gusto a ver el futbol.
JP:
Mamá, ¿por qué te viniste de tu pueblo?
XG: Porque no había oportunidades en mi pueblo para
estudiar, qué hubiera dado por aprender inglés desde chiquita, como tú, no que
ahora tengo un ingles de "juay de rito" (risas).
JP:
Cuando te fuiste de Hidalgo al Distrito federal estabas bien chiquita, casi
tenías mi edad. ¿Cómo le hiciste para sobrevivir en la ciudad?
XG: Fue muy difícil, me pasaron cosas que hoy me dan
risa, como que le hacía la parada al metro con la mano, o que, como tu abuela
me había dicho que si un hombre me tocaba me embarazaba, siempre caminaba con
un seguro grandote para que nadie me fuera a "tortear".
JP:
Oye mamá, y tú que estudiaste ingeniería y tienes dos empresas dedicadas a eso,
¿qué pensaste cuando mi hermana te dijo que quería estudiar artes plásticas?
XG- Lo vi muy natural. Siempre he creído en la
libertad y mucho más en la de ustedes. Nunca hubiera presionado a tu hermana
para que estudiara ingeniería y me ayudara en la empresa. Aunque a veces si
pienso “¿De que va a vivir mi hija si no vende sus piezas?” (risas). Estoy segura de que si uno hace lo que ama el
dinero viene solo, y tu hermana ama lo que hace.
JP:
¿Cómo tomaste la decisión de trabajar en el gobierno?
XG: Fue una decisión muy difícil, tu estabas muy
chiquito y tenía mi que el trabajo me absorbiera, pero al final logre hacer un
equilibrio entre familia y trabajo.
JP:
Y por último, ¿eres feliz?
XG:
Sí, mucho.
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